Por fuera, apenas notarás diferencia con la N1. Tan sólo se distingue a no ser por la franja que recorre la parte izquierda del escudo frontal en vertical “manchando” también el guardabarros delantero y, en horizontal, los cófanos lateral dando esa imagen deportiva que impulsó en su momento el Ford GT. Si te fijas un poco más, observarás que a la pinza delantera del freno de disco (ahora de tres pistones) llegan dos latiguillos para conseguir un funcionamiento combinado de los frenos.