La Rockster representa las tendencias clásicas o “cruiser” del custom con un manillar elevado tipo cuernos de vaca, depósito con forma de lágrima, y llantas de radios calzando en el tren posterior un neumático de bajo diámetro y gran balón. Como guiño a la modernidad, dispone de sendos amortiguador oleoneumáticos con botella separada, y llama la atención también por la solución de un asiento de una sola pieza integrando la característica silla de montar para el piloto con el cojín donde se acomoda el pasajero, situando en la parte posterior una asidera que hace de respaldo lumbar.